"Fué una espera interminable. No sé cuánto tiempo pasó en los relojes, de ese tiempo anónimo y universal de los relojes, que es ajeno a nuestros sentimientos, a nuestros destinos, a la formación o al derrumbe de un amor, a la espera de una muerte. Pero de mi propio tiempo fué una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil y perpetuo donde María y yo estábamos frente a frente contemplándonos estáticamente, y otras veces volvía a ser río y nos arrastraba como en un sueño a tiempos de infancia y yo la veía correr desenfrenadamente en su caballo, con los cabellos al viento y los ojos alucinados, y yo me veía en mi pueblo del sur, en mi pieza de enfermo, con la cara pegada al vidrio de la ventana, mirando la nieve con ojos también alucinados. (...) A veces volvía a ser piedra negra y entonces yo no sabía qué pasaba del otro lado, qué era de ella en esos intervalos anónimos, qué extraños sucesos acontecían; y hasta pensaba que en esos momentos su rostro cambiaba y que una mueca de burla lo deformaba y que quizá había risas cruzadas con otro y que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad. (...) Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más, nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al abismo, conmigo. "
Organización de las ideas.
Este texto es un fragmento del libro El Túnel, perteneciente a Ernesto Sábato. En cuanto a la organización de sus ideas podemos diferenciar las siguientes partes:
- Una introducción que consta de las doce primeras líneas. En esta parte se introduce el tema a tratar, que va a ser el transcurso del tiempo y nos habla del suyo.
- Un desarrollo formado por las líneas 12-23. En esta parte el narrador contrasta ambos mundos, el de María y el de él, un mundo libre frente a otro solitario.
- Una conclusión compuesta desde la línea 23 hasta el final. En esta parte se le ocurre al narrador el suicidio llevarse a María con él.
Después de analizar este texto, podemos observar que posee una estructura deductiva, ya que es al principio donde establece la diferencia entre ambos mundos con claridad.
Tema.
El tema es el contraste entre la libertad y la soledad, entre el tiempo objetivo y subjetivo.
Resumen.
El narrador tuvo una vida complicada. Establece dos mundos, el real y el mental, que discurren de forma paralela. El narrador está enamorado de María, pero sus mundos son muy diferentes. María se encuentra en un mundo libre, mientras que el narrador se sitúa en un mundo donde abunda la soledad. Finalmente, al narrador se le ocurre suicidarse y duda en llevarse a María con él.
Comentario.
Ernesto Sábato fue un importante escritor, ensayista, físico y pintor argentino. Escribió tres novelas: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, e innumerables ensayos sobre la condición humana. El túnel es una novela de estructura psicológica en la que abunda el pesimismo y que hace referencia a lo oscuro del alma. Existe una relación entre el título y el contenido de la obra: el título se refiere a la oscuridad en la que se encontraba el narrador, a la incomunicación, ya que él decía que su vida había sido complicada y solitaria.
Este texto narra la historia de dos personajes enamorados pero que viven en mundos distintos. El narrador vive en un mundo aislado, siempre acompañado por la soledad, mientras que la joven vive en un mundo libre. Ernesto Sábato utiliza la perspectiva del narrador-protagonista, que nos centra en un sólo personaje de quien podemos saber todos los aspectos objetivos y subjetivos que relata. Además, podemos observar los claros contrastes que el escritor establece entre la libertad y la soledad (vida de María y la del narrador), entre el tiempo subjetivo y objetivo (el tiempo que corresponde a nuestros sentimientos y el del reloj). También predomina la metáfora utilizada para dar belleza al texto: "...mi propio tiempo fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil...". Este texto se caracteriza por la abundante simbología que presenta como río, piedra, túnel...
Es lógico que todos necesitemos cada determinado tiempo estar solos, para reflexionar, relajarnos y encontrarnos con nosotros mismos. La soledad no es mala, pero en su justa medida. Por eso mismo es curioso como una persona puede encerrarse tanto en sí misma y aislarse de la sociedad, con lo importante y lo necesario que es relacionarse con los demás.
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Organización de las ideas.
Este texto es un fragmento del libro El Túnel, perteneciente a Ernesto Sábato. En cuanto a la organización de sus ideas podemos diferenciar las siguientes partes:
- Una introducción que consta de las doce primeras líneas. En esta parte se introduce el tema a tratar, que va a ser el transcurso del tiempo y nos habla del suyo.
- Un desarrollo formado por las líneas 12-23. En esta parte el narrador contrasta ambos mundos, el de María y el de él, un mundo libre frente a otro solitario.
- Una conclusión compuesta desde la línea 23 hasta el final. En esta parte se le ocurre al narrador el suicidio llevarse a María con él.
Después de analizar este texto, podemos observar que posee una estructura deductiva, ya que es al principio donde establece la diferencia entre ambos mundos con claridad.
Tema.
El tema es el contraste entre la libertad y la soledad, entre el tiempo objetivo y subjetivo.
Resumen.
El narrador tuvo una vida complicada. Establece dos mundos, el real y el mental, que discurren de forma paralela. El narrador está enamorado de María, pero sus mundos son muy diferentes. María se encuentra en un mundo libre, mientras que el narrador se sitúa en un mundo donde abunda la soledad. Finalmente, al narrador se le ocurre suicidarse y duda en llevarse a María con él.
Comentario.
Ernesto Sábato fue un importante escritor, ensayista, físico y pintor argentino. Escribió tres novelas: El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador, e innumerables ensayos sobre la condición humana. El túnel es una novela de estructura psicológica en la que abunda el pesimismo y que hace referencia a lo oscuro del alma. Existe una relación entre el título y el contenido de la obra: el título se refiere a la oscuridad en la que se encontraba el narrador, a la incomunicación, ya que él decía que su vida había sido complicada y solitaria.
Este texto narra la historia de dos personajes enamorados pero que viven en mundos distintos. El narrador vive en un mundo aislado, siempre acompañado por la soledad, mientras que la joven vive en un mundo libre. Ernesto Sábato utiliza la perspectiva del narrador-protagonista, que nos centra en un sólo personaje de quien podemos saber todos los aspectos objetivos y subjetivos que relata. Además, podemos observar los claros contrastes que el escritor establece entre la libertad y la soledad (vida de María y la del narrador), entre el tiempo subjetivo y objetivo (el tiempo que corresponde a nuestros sentimientos y el del reloj). También predomina la metáfora utilizada para dar belleza al texto: "...mi propio tiempo fue una cantidad inmensa y complicada, lleno de cosas y vueltas atrás, un río oscuro y tumultuoso a veces, y a veces extrañamente calmo y casi mar inmóvil...". Este texto se caracteriza por la abundante simbología que presenta como río, piedra, túnel...
Es lógico que todos necesitemos cada determinado tiempo estar solos, para reflexionar, relajarnos y encontrarnos con nosotros mismos. La soledad no es mala, pero en su justa medida. Por eso mismo es curioso como una persona puede encerrarse tanto en sí misma y aislarse de la sociedad, con lo importante y lo necesario que es relacionarse con los demás.
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