Federico García Lorca posee una formación musical, popular y culta, que le facilitó la armonización de las canciones recogidas de la tradición oral, de la misma manera que inició Albéniz (a quien dedicó un bello soneto) y, tras sus huellas, continuaron Turina y Falla.
Su madre, doña Vicenta Lorca, era una maestra en excedencia y fue su primera maestra. Ella le inculcó su afición por la música y la poesía. (Por eso, Federico usaba más su segundo apellido, el heredado de su madre, que el apellido paterno.)
Ya desde muy pequeño sus intereses eran artísticos, debido en parte a los efectos de una enfermedad que le impidió levemente su desarrollo físico. Aprendió canciones populares y desde pequeño le interesó la literatura romántica y clásica.
El joven Lorca ingresó en el Instituto de Almería, donde comenzó sus estudios musicales formales de piano y guitarra. Prefería sus estudios de música por encima de las materias más académicas. Suspendió bachillerato cuando tenía 16 años y tuvo que esperar un año para ingresar en la Universidad de Granada.
Lorca hizo unos viajes de estudios por España con su profesor y varios compañeros. Al regresar de este viaje Lorca abandonó el estudio de la música y comenzó a escribir poesía.
Su madre, doña Vicenta Lorca, era una maestra en excedencia y fue su primera maestra. Ella le inculcó su afición por la música y la poesía. (Por eso, Federico usaba más su segundo apellido, el heredado de su madre, que el apellido paterno.)
Ya desde muy pequeño sus intereses eran artísticos, debido en parte a los efectos de una enfermedad que le impidió levemente su desarrollo físico. Aprendió canciones populares y desde pequeño le interesó la literatura romántica y clásica.
El joven Lorca ingresó en el Instituto de Almería, donde comenzó sus estudios musicales formales de piano y guitarra. Prefería sus estudios de música por encima de las materias más académicas. Suspendió bachillerato cuando tenía 16 años y tuvo que esperar un año para ingresar en la Universidad de Granada.
Lorca hizo unos viajes de estudios por España con su profesor y varios compañeros. Al regresar de este viaje Lorca abandonó el estudio de la música y comenzó a escribir poesía.
Su sentido musical marca de modo constante la forma de sus textos, sean poéticos o dramáticos, y adquiere protagonismo esencial en alguna de las prosas de su primer libro, Impresiones y paisajes. Su fama de buen recitador llegó al punto de que Juan Ramón Jiménez escribió de él que la palabra se le volvía escultura en la boca.
La influencia de la música en la poesía y el teatro de García Lorca no se quedó únicamente en lo culto sino que también introdujo elementos de lo flamenco, influencia que se deja ver en los personajes como Antonio el Camborio en formas métricas como ocurre en el Romancero Gitano.
La influencia de la música en la poesía y el teatro de García Lorca no se quedó únicamente en lo culto sino que también introdujo elementos de lo flamenco, influencia que se deja ver en los personajes como Antonio el Camborio en formas métricas como ocurre en el Romancero Gitano.
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