miércoles, 2 de mayo de 2012

Alcolea del campo.

El árbol de la ciencia de Pío Baroja

Quinta Parte Capítulo 5

Alcolea del Campo

Las costumbres de Alcolea eran españolas puras; es decir, de un absurdo completo.
El pueblo no tenía el menor sentido social; las familias se metían en sus casas, como los trogloditas en su cueva. No había solidaridad; nadie sabía ni podía utilizar la fuerza de la asociación. Los hombres iban al trabajo y a veces al casino. Las mujeres no salían más que los domingos a misa.
Por falta de instinto colectivo el pueblo se había arruinado.
En la época del tratado de los vinos con Francia, todo el mundo, sin consultarse los unos a los otros comenzó a cambiar el cultivo de sus campos, dejando el trigo y los cereales y poniendo viñedos, pronto el río de vino de Alcolea se convirtió en río de oro. En este momento de prosperidad, el pueblo se agrandó, se instaló la luz eléctrica...; luego vino la terminación del tratado, y como nadie sentía la responsabilidad de representar el pueblo, a nadie se le ocurrió decir: Cambiemos el cultivo; volvamos a nuestra vida antigua; empleemos la riqueza producida por el vino en transformar la tierra para las necesidades de hoy. Nada.
El pueblo aceptó la ruina con resignación.
Antes éramos ricos se dijo cada alcoleano. Ahora seremos pobres. Es igual; viviremos peor, suprimiremos nuestras necesidades.
Aquel estoicismo acabó de hundir al pueblo.
Era natural que así fuese; cada ciudadano de Alcolea se sentía tan separado del vecino como de un extranjero. No tenían una cultura común (no la tenían de ninguna clase); no participaban de admiraciones comunes: sólo el hábito, la rutina, les unía; en el fondo, todos eran extraños a todos.
Muchas veces a Hurtado le parecía Alcolea una ciudad en estado de sitio. El sitiador era la moral. La moral católica . Allí no había nada que no estuviera almacenado y recogido: las mujeres, en sus casas; el dinero, en las carpetas; el vino, en las tinajas.
Andrés se preguntaba: ¿Qué hacen estas mujeres? ¿En qué piensan? ¿Cómo pasan las horas de sus días? Difícil era averiguarlo.
Con aquel régimen de guardarlo todo, Alcolea gozaba de un orden admirable, sólo un cementerio bien cuidado podía sobrepasar tal perfección.
Esta perfección se conseguía haciendo que el más inepto fuera el que gobernara. La ley de selección en pueblos como aquél se cumplía al revés. El cedazo iba separando el grano de la paja, luego se recogía la paja y se desperdiciaba el grano.
Algún burlón hubiera dicho que este aprovechamiento de la paja entre españoles no era raro. Por aquella selección a la inversa, resultaba que los más aptos allí eran precisamente los más ineptos.
En Alcolea había pocos robos y delitos de sangre: en cierta época los habia habido entre jugadores y matones; la gente pobre no se movía, vivía en una pasividad lánguida; en cambio, los ricos se agitaban, y la usura iba sorbiendo toda la vida de la ciudad.
El labrador, de humilde pasar, que durante mucho tiempo tenía una casa con cuatro o cinco parejas de mulas, de pronto aparecía con diez, luego con veinte;





Organización de las ideas.
Este texto es un fragmento del libro El árbol de la ciencia, de Pio Baroja. En cuanto a sus ideas las podemos dividir del siguiente modo:
- Una primera parte que consta de las cuatro primeras líneas. En esta parte se describen las costumbres de Alcolea.
- Una segunda parte que abarca desde la línea cinco hasta la once. En esta parte se comenta el proceso que ha sufrido el pueblo hacia la ruina debido a la falta de comunicación de sus habitantes.
- Una tercera parte formada por la línea doce hasta la catorce. En la que el pueblo acepta la ruina con conformidad.
- Una cuarta parte desde la línea quince hasta el final. En esta parte se comenta que debido a la serenidad con la que afrontaron la ruina, el pueblo acabó por hundirse totalmente.
Después de analizar este texto, podemos concluir que posee una estructura paralela debido a que se exponen diversas ideas relacionadas entre sí pero no jerarquizadas.


Resumen.
Las costumbres de Alcolea la llevaron a la ruina debido a la falta de comunicación de sus habitantes, es decir, por no sacar provecho del dinero recaudado del tratado de vinos con Francia para adaptar sus tierras a las necesidades de aquellos entonces.

Comentario.
- Aislado en el sentido fisico y social
- Espiritu español acomodaticio.
- Generación del 98: informarme, Pio Baroja, a que obra pertenece, en que año se publica...

La religion es la que manda, falta de tecnica, cienticismo... Nadie se pregunta como mejorar las cosas, esa es la crítica de Pio Baroja.
Se introduce el principio de la ciencia, que es una revolución en ese momento, hay una gran discusion religiosa si el hombre viene del mono o de Dios.
Hay un intento de modernizar España.
Pretenden revolucionar el estado en el que se encuentra España para sacarla de la crisis.

Comparación.

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